¿Estás cambiando de trabajo? 12 cosas que puedes hacer con tu dinero antes de irte y al empezar en el nuevo trabajo

¿Aceptaste una nueva oferta de trabajo? ¡Felicitaciones! Te brindamos una lista de chequeo para asegurarte de que tus finanzas estén organizadas a medida que haces la transición del trabajo anterior al nuevo.

Qué hacer antes de dejar tu trabajo

1. Averigua cuáles son los beneficios que deberás dejar y cuáles podrás conservar.

“Primero, averigua cuándo cesan tus beneficios. ¿Es en tu último día de trabajo? o ¿es al final del mes? Dice Heather Winston, directora adjunta de asesoría y planificación financiera de Principal^®. “Luego averigua cuándo entran en vigor tus beneficios en la nueva compañía. Podría ser en el primer día de trabajo o a los 30 días, por ejemplo”.

• Seguro médico: Compara tu seguro médico actual con el que tendrás. Si estás bajo tratamiento médico y el nuevo trabajo no te ofrece seguro médico, entonces planifica y haz un presupuesto. Por ejemplo, puede ser que estés en tratamiento por fertilidad o con medicamentos específicos.
• Seguro odontólogico (dental) y oftalmológico (cuidado de la vista): Si ahora cuentas con seguros de este tipo, pero sabes que no los tendrás en el futuro cercano, entonces pide una cita antes de irte de tu actual empleo. ¿Necesitas nuevos anteojos o lentes de contacto? ¡Chequea!
• Seguro de vida: Si compraste o tu empleador te proporcionó un seguro de vida extra (también conocido como “póliza voluntaria”) y quieres conservarlo, comienza el trámite para pasarte de la póliza colectiva a la individual, si te lo permiten. En ese caso, pagarás la prima directamente a la compañía de seguros en vez de que te la cobren de tu sueldo.
• Jubilación: Es posible que debas tomar algunas decisiones con respecto a tu plan de retiro, como el plan 401(k) o 403(b). Hay más información a continuación sobre ese tema.

2. Si vas a tener una brecha en la cobertura de salud, analiza tus opciones de seguro médico.

La Ley Ómnibus Consolidada de Reconciliación Presupuestaria, (COBRA), fue promulgada en 1985 y permite que una persona que pierde su empleo y su familia continúen teniendo la cobertura del plan de salud. COBRA puede ser costosa porque la persona deberá pagar la prima entera (ya que no tendrá un empleador que cubra parte del costo), pero un problema de salud inesperado puede tener un impacto económico enorme si la persona no tiene seguro. Si cuentas con un seguro dental y/o de cuidado de la vista por tu anterior trabajo, eso también queda protegido por la ley COBRA.

Otra alternativa es elegir un plan dentro del mercado de seguros médicos. Estos planes varían según cada estado y, dependiendo del ingreso familiar, podría ser más barato que la opción con la ley COBRA. Visita healthcare.gov (con opción de español) para obtener más información.

“Si vas a tener una brecha en la cobertura, ve si te puedes unir al plan de seguro de tu cónyuge/pareja. Generalmente debes registrarte dentro de los 30 días siguientes a tu último día en el trabajo, así que no te retrases”, dice Winston.

3. Revisa el saldo de tu cuenta de gastos flexibles (FSA, por sus siglas en inglés).

Lee las reglas con respecto a los beneficios y plazos que ofrece la cuenta FSA (con opción de español) de tu compañía. Presenta los reclamos por consultas médicas de un coasegurado tuyo o por gastos médicos antes del último día de trabajo para que te reembolsen el dinero. Si tienes saldo a favor, lo que no utilices, lo perderás. En otras palabras, fíjate si tienes gastos médicos que puedas cubrir con tu cuenta FSA. Tu empleador tiene una lista de todo lo que cubre una cuenta FSA.

4. Averigua qué habrá en tu último sueldo o paga.

Podría contener algún pago retroactivo, pagos por vacaciones o días de enfermedad, comisiones o un bono.

5. Revisa el presupuesto familiar.

Si hay algún período vacío entre tu trabajo anterior y tu próximo sueldo, haz un presupuesto para cubrirlo. Esto puede significar gastar menos en las semanas anteriores a dejar el trabajo, para poder acumular más ahorro. Si te quedas corto de dinero, podrías usar tu fondo de emergencia, pero trata de no utilizar las tarjetas de crédito para financiar tus gastos cotidianos.

6. Si tienes opciones de acciones o adjudicaciones de acciones restringidas, averigua las reglas de titularidad, qué te dan cuando te vayas del trabajo, cómo repercute en los impuestos, y demás.

Si te darán una compensación no salarial, averigua cuál es el período de titularidad y cuál es el porcentaje de compensación disponible para ti, si es que existe, al momento de irse de la empresa. Muchas compañías requieren que sus empleados utilicen las opciones de acciones dentro de un período de tiempo específico, generalmente de 90 días.

7. Si estás tomando clases, verifica si se ofrece un programa de reembolso de la matrícula.

Si tu último día de trabajo es a mitad de un semestre (es decir, en un espacio de seis meses), averigua si te devolverán el dinero por los gastos de ese semestre. Algunas empresas exigen que la persona no abandone los estudios durante un período de tiempo específico o que devuelva los fondos recibidos. Que esto no te tome de sorpresa.

Qué hacer al comenzar en tu nuevo trabajo

1. Inscríbete en el nuevo plan de retiro, como un 401(k) o 403(b), y decide qué hacer con el anterior.

Una nueva compañía significa un nuevo plan. “Si el empleador ofrece una contribución equivalente, ¿cuánto necesitas ahorrar para obtenerla? ¿Es este un buen momento para incrementar la cantidad que estás ahorrando de cada sueldo?” dice Winston.

Recuerda averiguar cuánto tiempo tienes para tomar una decisión sobre tu plan de retiro anterior. En la mayoría de los casos, te dan entre 30 y 90 días, pero consulta con tu empleador. Luego, generalmente tendrás estas cuatro opciones:

• Pasar tus ahorros de la cuenta 401(k) a una cuenta IRA. Combinar las cuentas de jubilación permite flexibilizar las decisiones y asegurarse de que los activos sigan en línea con las metas que uno tenga. Te contamos cómo iniciar un traspaso a una cuenta IRA.
• Trasladar el dinero al plan de tu nuevo empleador. Esta es una opción si vas a trabajar en una compañía que ofrece un plan de retiro y permite traspasos de fondos.
• Mantener el dinero en el plan donde esté si se permite. Consulta con tu empleador anterior para saber si el saldo de tu cuenta es bajo, porque algunos planes de jubilación te obligan a retirar el saldo remanente si es inferior a cierta cantidad (la más común es $5000).
• Retirar todo el saldo de tu cuenta. Esto puede tener desventajas, por ejemplo, puede afectar tus impuestos en el corto plazo. Es tentador tener el dinero extra ya, pero existen mejores opciones para obtener efectivo de emergencia que un retiro anticipado de tu 401(k). Gracias a la Ley CARES, puedes tener la opción de hacer retiros sin penalizaciones si te viste afectado/a como consecuencia de las dificultades específicamente ocasionadas por la pandemia de COVID-19.

Si aún no sabes qué hacer, lee las ventajas y desventajas de cada opción. Si tienes preguntas sobre las inversiones y la volatilidad del mercado, tienes más información en la sección de preguntas frecuentes.

2. Decide qué hacer con los fondos de tu cuenta de ahorros para la salud (HSA, por sus siglas en inglés) si tienes un plan de salud con un deducible alto (HDHP, por sus siglas en inglés).

Si piensas inscribirte en un plan de salud con un deducible alto con tu nuevo empleador, generalmente se permite pasar el saldo de tu cuenta HSA. Si no quieres inscribirte en un plan HDHP, entonces en general se te permitirá dejar los fondos restantes donde los tengas y utilizarlos para gastos médicos adecuados.

3. Si tu nuevo trabajo no cubre todo lo que cubría el anterior, busca opciones de cobertura por discapacidad y de seguro de vida.

Seguro de vida: Al inscribirte en los beneficios, es posible que puedas comprar más cobertura through your employer, with the premiums deducted from your paycheck.

“Comprar seguro de vida adicional mediante el trabajo puede ser una opción sencilla y económica, especialmente cuando eres más joven”, comenta Winston. “El costo suele aumentar a medida que envejeces, por supuesto”.

Este también es un buen momento para verificar los beneficiarios de tu de seguro de vida (y cuentas de retiro.) Si tienes seguro de vida con Principal, , descarga los formularios para elegir o cambiar a tus beneficiarios.

Seguro de ingreso por discapacidad: Es posible que cuentes con cobertura por discapacidad a corto y/o largo plazo como beneficio de tu empleador. Pero es posible que no sea suficiente para cubrir tu ingreso si no puedes trabajar debido a una lesión o enfermedad. Winston dice que la mayoría de planes cubren aproximadamente el 60% del ingreso; lo que significa mucho menos sueldo luego del cobro de impuestos (es una reducción de entre un 40 o 50% de tu ingreso).

Primero, averigua si tienes alguna cobertura por discapacidad y de ser así, cuánto de tu ingreso cubre. Luego, habla con un profesional financiero, que puede ayudarte a obtener una mayor cantidad de cobertura, personalizada según lo que necesites.

4. ¿Tienes préstamos estudiantiles con un plan de pago basado en tu ingreso?

Ingresa en tu cuenta de préstamo estudiantil para averiguar si el pago mensual se basa en tu ingreso. Un sueldo nuevo y más alto podría significar que tengas que hacer pagos más altos. Visita el sitio de ayuda estudiantil Federal Student Aid (con opción de español) para obtener más información.

5. Actualiza (o crea) tu plan financiero.

Cuando tienes un cambio importante en tu vida, como un nuevo trabajo, ese es un buen momento para revisar tus metas financieras y hacer ajustes a tus ahorros.

“Si vas a tener un mayor sueldo, ten cuidado con lo que se dice de que entre más se gana, más se gasta” dice Winston. “Mejor aprovecha el momento para progresar hacia tus metas financieras. ¿Quizá podrías ahorrar más en tu 401(k) o IRA, o aportar más al plan de ahorros 529 para la universidad, o saldar algunas deudas?”

Podemos ayudarte a comenzar. Lee ““Crea tu propio plan financiero:una guía paso a paso.”